Las marcas falsas caen por su propio peso: Marca personal.

Seguramente habrás conocido personas o empresas con una fachada totalmente diferente a lo que eran en realidad en su interior; y que han «edificado» su marca personal sobre bases de apariencias e información falsa, que aunque por un momento las pueda ubicar en lo más alto, sus débiles bases con un sencillo soplo, tarde o temprano se irán abajo.

Para construir una marca personal consistente y duradera, la debemos fundamentar en la HONESTIDAD y la AUTENTICIDAD.

¿Cómo lo logramos? Siguiendo estos sencillos consejos de vida:

• No mostremos algo que no somos.
• No hablemos de aquello que no sabemos.
• No usemos a nadie como escalón para vernos más altos.
• No restemos importancia a los logros ajenos.
• No construyamos logros falsos.
• No pretendamos ser iguales a alguien más.
• No tengamos competencia desleal.
• Más que respaldarnos en nuestros diplomas y títulos, hagámoslo con nuestra calidad humana.

Actúa siempre con transparencia y que tu marca sea el espejo de tu realidad.

Isa Mantilla

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La CONGRUENCIA es esencial para dar peso a tu marca personal. Todo lo que gire en torno a ti debe girar en un mismo engranaje: Lo que hablas, como actúas, tus relaciones interpersonales, tu trabajo y tu entorno, deben ser el reflejo de lo que eres en realidad.

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Recuerda algo, toda construcción requiere pilares fuertes y firmes, y tu MARCA PERSONAL no es la excepción. Estos son los más importantes pilares sobre los cuales podrás erigir una marca sólida e inquebrantable:

• Autenticidad para mostrar lo que en realidad eres y sabes.
• Claridad para lograr una mayor contundencia.
• Enfoque para saber exactamente lo que quieres transmitir con tu marca.
• Determinación para nunca perder el foco.
• Perseverancia para ser constante con su construcción.
• Sensibilidad para mostrar que vales por lo que eres y no por lo que tienes.

Lo realmente grave de construir marcas personales basadas en apariencias no es que engañamos a los demás, sino que nos engañamos a nosotros mismos.

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Gracias por leerme, chao, chao.